miércoles, 31 de agosto de 2011

13.2 Y al fin en Las Vegas....¡pero que calor, por Dios




25 de Agosto. Las Vegas, Nevada.

Según mi GPS la llegada a Las Vegas está prevista hacia las 8 de la tarde. Durante el camino he tenido una buena tormenta que ha suavizado la temperatura hasta 23 º C. Una vez en el desierto de Nevada y sin casi darme cuenta, la temperatura subió hasta los 36ºC y eso que estaba atardeciendo.

Pero lo alucinante fue que ya con el sol recién puesto, estaba callejeando por Las Vegas en dirección a mi hotel ¡¡¡¡¡a 42º C!!!!!. Nunca habia sentido esa temperatura de noche. Saqué la mano por la ventanilla no fuera que tuviera el termometro estropeado y casi que se me churrasca. Increible. He estado en más desiertos y por la noche hace rasca, pero este de Mojave debe de ser algo especial.

Lo sorprendente fue que al llegar a mi Motel (Best Western Mardi Gras) había clientes sentados fuera tranquilamente “al fresco” cuando lo normal para mí sería esconderme dentro del refrigerador. Por fortuna, el aire acondicionado de mi enorme y estupenda habitación funciona a las mil maravillas.

Decidí darme una vuelta por el “Strip” o Las Vegas Boulevard que es la arteria principal de la “marcha” de la ciudad, es decir donde se concentran los más famosos hoteles-casinos.

Primero habia que buscar sitio para aparcar y pensé que lo mejor seria empezar de sur a norte por lo que metí el coche en el Mandalay, pero en vez de meterme en “self-parking” lo hice en “valet” que no sabía lo que significaba pero pronto lo averigüé. Es el servicio de aparcacoches que tiene cada hotel. Son hoteles de lujo así es que me imagine que la cosa me iba a costar cara, pero lo dejé allí de todas maneras, en manos de uno de los chicos que se dedican a esto.

El calor a las once de la noche es insoportable, pero a la gente no parece importarle. Mi intención era estar un rato porque mañana vienen a recogerme a las seis de la mañana para la excursión al gran cañón. Pero el ambiente parece envolverme. Nada más que me quedo por unos pocos casinos cercanos a ver el ambiente: el Excalibur que es como un castillos de cuento de hadas, el New York NewYork, dedicado a esta ciudad y el MGM con temática cinematográfica. Lo primero que llama la atención cuando entras es la enormidad de las instalaciones ( y el aire acondicionado a tope). Las salas de los casinos suelen ser diáfanas y enormes. Lo primero que te encuentras son las miles de tragaperras. Luego sorprende ver a la gente por el medio arrastrando sus maletas, y es que también son hoteles y la recepción suele estar pegada a la sala del casino. Me dí un primer garbeo por las diferentes mesas: blackjack, mesas de poker, rueda de la fortuna, ruleta, ese juego de dados tan complicado que se juega en una mesa enorme, y muchos más .

Pero quizás lo más bonito es ver la temática de cada hotel. Por ejemplo (por no extenderme porque me pasaria horas contando) el New York, New York, es como andar por las calles de Manhattan. Dentro hay de todo: tiendas, restaurantes, bares, shows.....es dificil de explicar en pocas palabras. Hay que venir y comprobarlo por uno mismo. Mañana contaré un poco más, a la vuelta de la excursión. Hoy parece que no voy a dormir más de tres horas, pero por lo menos no tendré que conducir por primera vez en un montón de días.

Ah! y el parking gratis. Puedes meter el coche en el hotel que quieras que es gratuito. Todo son facilidades para que te juegues la pasta , pero de momento no he caido en la tentación...


Distancia recorrida jornada 12: 506 km.





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